La política económica de Macri ahoga a las provincias
La macroeconomía recesiva y de concentración de la riqueza perjudica las economías provinciales. La caída de la recaudación contrajo la masa de coparticipación que reciben, mientras que la caída de actividad redujo los recursos que pueden cobrar con sus propios impuestos provinciales
Por Axel Kicillof
Maci logró en 2016 una verdadera proeza con las cuentas públicas. Por un lado, redujo fuertemente el gasto público. Ajustó. Este es el ajuste que comprometió la educación, la salud, la ciencia y la tecnología, la cultura, los salarios estatales y tantas otras áreas del Estado. Pero, al mismo tiempo, mientras ajustaba, logró aumentar el déficit fiscal.
¿Cómo consiguió ajustar el gasto y aumentar el déficit a la vez? Sencillo: al gasto lo redujo en términos reales un 2%. Pero, al mismo tiempo, como su política económica neoliberal tiene un brutal efecto recesivo, al caer la actividad, cae también la recaudación, que se contrajo un 4% en términos reales. Ajustó fuerte, pero por la contracción del mercado interno, recaudó aún menos.
La caída de la recaudación contrajo la masa de coparticipación que reciben las provincias, mientras que la caída de actividad redujo los recursos que pueden cobrar con sus propios impuestos provinciales. En síntesis: la política de Macri está ahorcando a las provincias. Este deterioro abarcó tanto a aquellas provincias con actividad primaria (prácticamente todas las llamadas economías regionales están sufriendo) como a aquellas con actividad minera y petrolera. Ni hablar de la caída de la industria, que perjudicó a todo el país.
Veamos números. En 2016, por ejemplo, los recursos totales de origen nacional aumentaron un 28% para la mayoría de las provincias. Esto está muy por debajo de la inflación que fue de 41%. Sólo 5 provincias tuvieron un aumento de los recursos recibidos por encima del 28%: San Luis, Córdoba y Santa Fe porque por el fallo de la corte obtuvieron la devolución completa del 15% de ANSES que el gobierno de Cristina Kichner había repartido a las Provincias y que Macri anuló por decreto; la Ciudad de Buenos Aires -gobernada por el PRO- recibió el aumento sideral del 253%, por el cambio en el coeficiente de coparticipación en el marco del traspaso de la Policía Federal. Finalmente, la Provincia de Buenos Aires -también gobernada por el PRO- recibió una ayuda sin condicionantes de 25.000 millones de pesos.
Para la mayoría de las provincias, la presidencia de Macri representó un retroceso en el federalismo y en su grado de autonomía. Al perder coparticipación nacional y también recaudación de impuestos provinciales, las provincias pasaron a depender cada vez más de la asistencia del gobierno nacional. No para aumentar los recursos, gastos e inversión con respecto a 2015. Siquiera para sostenerlos sin tener que hacer un ajuste feroz o incurrir en enormes déficits e incumplimientos.
La ayuda del gobierno Nacional llega en forma de transferencias directas (los ATN, Aportes del Tesoro Nacional), o bien de préstamos del Tesoro o de préstamos bancarios tanto en pesos como en dólares. El acceso a estos préstamos también depende del Gobierno Nacional que los autoriza y que ayuda a conseguirlos. Ninguna provincia puede realizar una colocación financiera sin la conformidad del Gobierno Nacional que además debe «hacerle lugar», dado el inmenso endeudamiento que está tomando el Tesoro.
Algunas transferencias y créditos, por Provincia (2016)
Hay provincias a las que se les autorizó emisión de deuda y que no sólo no tienen sus «cuentas en orden» sino que su situación empeoró. Por ejemplo, Salta presentó un presupuesto 2016 de prácticamente déficit cero, pero hasta noviembre de 2016 acumulaba un déficit de mil millones de pesos. Salió a emitir deuda por 350 millones de dólares. Mendoza tiene un nivel de deuda muy elevado (38,8%) y su déficit financiero seguirá aumentando en 2017. Sin embargo emitió deuda por 500 millones de dólares.
La información no es fácil de conseguir, pero hemos podido reconstruir los montos de la ayuda que Macri le dio en 2016 a cada provincia. De la lista pueden sacarse varias conclusiones. La primera es que para algunas provincias hay plata y para otras no.
La situación de las finanzas provinciales en muy diversa. Existe, sin embargo, un factor común: por el plan económico de Macri todas empeoraron y se volvieron más dependientes. Seguramente provincias como Buenos Aires, Jujuy, Neuquén o Entre Ríos no hubieran podido pagar los sueldos si Macri no les hubiera transferido los recursos que necesitaban. En conclusión, es Macri el que decide a qué provincia ahoga y a cuál no. Pero, como se ha visto, el Presidente Macri no garantiza la paz social en todo el país.