Complejidades del paro

Complejidades del paro
6 marzo, 2017 por Redacción La tinta

Para muchos de nosotros, para muchas de nosotras, trabajar, donde sea y de la forma que sea, no implica solo la jornada laboral, realizar una tarea e irse a casa. Significa también la construcción de otros mundos posibles donde el capitalismo no anestesie nuestros cuerpos, no nos quite nuestras capacidades creativas. Donde nos animemos a pensar junto con otras, formas de organizarnos para mejorar nuestras condiciones materiales y simbólicas. Trabajar es para muchas construirnos como sujetas políticas y dar cuenta que aún en relaciones de opresión, nos planteamos la capacidad de generar condiciones emancipatorias por medio de la politización de nuestros cotidianos.

Por eso apostamos a organizarnos también en nuestros trabajos: sindicatos, gremios, asambleas son sólo algunos formatos que nos permiten construir colectivamente. Son espacios en los que ponemos nuestras energías vitales y militantes, convencidas de la relevancia de habitar y ser parte de aquello que queremos transformar. Seguras de la relevancia que toman los espacios colectivos de toma de decisiones, discutimos, opinamos, disentimos, porque creemos que ahí está la esencia de la política.

En muchas oportunidades, esos mismos espacios de organización que llevamos adelante desde la diversidad, han avanzado en la construcción de un discurso que involucra la lucha de género y la relevancia del feminismo, pero con dificultades y poco interés para ponerla en práctica. Por un lado, en la complejidad que adquiere un paro de mujeres en medio de otras luchas/otros paros. Por otro lado la forma en que los gremios y sindicatos se han apropiado (o no) de la medida de fuerza del 8 de marzo y las dificultades para que se instale el paro hacia adentro del movimiento de trabajadores en sentido amplio. Y por último, las discusiones en relación al apoyo generalizado que se la ha dado al paro de mujeres en Uruguay, por parte de la Central Nacional de Trabajadores. Veamos punto por punto:

Paro de mujeres y no inicio de clases

Desde el 2016 los gremios docentes vienen planteando no comenzar las clases si los aumentos no se corresponden con las necesidades reales de los y las trabajadoras de la educación. A partir de la negativa de los gobiernos de darle solución favorable a la demanda, los gremios decidieron hacer un paro por 48 horas para los primeros dos días de clases: lunes 6 y martes 7 de marzo. A su vez, y a partir de las grandes movilizaciones protagonizadas por el movimiento de mujeres en los últimos años, este 8 de marzo toma un carácter relevante: se convoca al primer paro internacional de mujeres.

Esta cercanía temporal entre dos convocatorias a movilizarse y “parar”, abre un debate donde se plantean una serie de preguntas: ¿Cuánto afecta esta cercanía de fechas de paro a la posibilidad real de que muchas mujeres trabajadoras de la educación puedan plegarse a la medida del 8 de marzo? ¿Por qué los gremios no tuvieron en cuenta el paro de mujeres a la hora de convocar para el 6 y el 7? ¿Qué (des)intereses visibiliza esta convocatoria gremial? Si ensayamos unas primeras respuestas a estas preguntas, pareciera que una vez más la lucha de las mujeres queda relegada por una lucha sectorial.

Hacer eco y ser parte

Sin desmerecer a ciertas líneas sindicales en particular, que hicieron un trabajo muy interesante de politización al decidir adherir y apoyar a sus compañeras mujeres, es notorio el desinterés generalizado que no hizo eco de la propuesta, ni en la opinión pública ni hacia adentro de su rama de actividad, atentando, en algún sentido, contra la masividad real del paro.

La relevancia de la medida de mujeres en la construcción de esos otros mundos posibles que nombramos al comienzo, está vinculada con pensarnos como parte de las largas historias de luchas de las trabajadoras. Tanto en los ámbitos formales como informales, en los espacios públicos y privados, ellas fueron tejiendo y sosteniendo los espacios organizativos que hoy hacen posible que muchas salgamos a la calle.

Y sin embargo, seguimos viviendo en la mayoría de esos espacios, situaciones de desigualdad y machismo, cuando por ejemplo se priorizan las voces masculinas en los espacios de toma de decisiones, cuando las tareas cotidianas/domésticas y de crianza de los niños recae sobre las mujeres (que además multiplican sus actividades para sostener la casa, el trabajo y la militancia), cuando, una vez más las violencias con sus múltiples caras pesan sobre nuestros cuerpos.

Uruguay: un paro con varones

La Central Nacional de Trabajadores (CNT) de Uruguay resolvió convocar, bajo el lema “Las mujeres paran el mundo”, a un paro parcial, a partir de las 16hs. Lo que muchos podrán ver como gesto solidario de los trabajadores varones, es en realidad una forma de volver invisible la importancia de las mujeres en el mundo del trabajo. El paro significa justamente evidenciar nuestra capacidad productiva, la importancia de nosotras en los espacios de trabajo. Según Rocío, integrante del movimiento feminista de Uruguay, este paro se venía tejiendo desde la base, con mucho entusiasmo y convicción, y “la CNT de Uruguay, promovido por el feminismo institucionalizado, decidió capitalizar e institucionalizar lo que no puede entender”.

Darlo vuelta todo

El 8 de Marzo, paramos nosotras. No pedimos ni queremos que las centrales de trabajadores convoquen a un paro general nacional, de trabajadores y trabajadoras para ese día. El paro es de trabajadoras mujeres. Somos nosotras quienes estamos haciendo uso de nuestro derecho a huelga, somos nosotras las que decidimos mostrarle al mundo la potencia que tenemos.

El 8 de Marzo es el día de las Mujeres Trabajadoras, y sentimos el compromiso de avanzar en las apuestas desde el movimiento de mujeres amplio. Y los trabajadores y compañeros varones deberán aprender un modo de acompañarnos en esta lucha que no nos arrase, que no nos invisibilice. Los invitamos a todos a marchar en nuestro día de lucha, el que supimos conseguir con esfuerzo, lucha, vida y muerte.

El 8 de marzo, más allá de las dificultades/desintereses/ninguneos, estamos seguras y tranquilas de que va a ser una jornada de lucha histórica, que vamos a seguir avanzando juntas, pisando fuerte y seguras. Sabemos que no estamos equivocadas, sabemos que tenemos que darlo vuelta todo.

¡Nosotras ya dijimos Basta!

Algunas voces: ¿por qué paramos este 8 de marzo?

Lidia, trabajadora de la educación, activista feministas, integra la red “Socorristas en red feministas que abortamos” Córdoba

«Este 8 de marzo paro, paro junto a mis compañeras. Este paro es una medida que nos cobija, que nos encuentra a las mujeres que somos ocupadas, que estamos desocupadas, que son asalariadas, a las que cobran subsidios, que viven de sus economías informales, de sus economías precarias. Nos encuentra también con las artesanas. Este paro tiene una singularidad y una diversidad que trasciende a los paros que llaman habitualmente los sindicatos, burocráticos o combativos, porque no es una medida corporativa a la que todas la podemos hacer igual. Hay muchas diferencias y mucha diversidad en este paro. Que tiene que ver con lo diferentes y diversas que somos las mujeres pero hay muchísimos puntos que nos encuentran.

Paramos porque estamos hartas de la violencia machista. La expresión mas aberrante de esta violencia son los femicidios. Paramos porque en este país y en latinoamérica hay leyes que criminalizan el aborto. Paramos porque nosotras tenemos el derecho a decidir si queremos continuar o no con un embarazo. Si queremos ser madres o no. Tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos que es nuestra primerísima propiedad y nuestro territorio. Paramos por la situación de precariedad en las que estamos las mujeres. Paramos porque hemos estado leyendo con mis compañeras de trabajo por ejemplo en relación al desempleo en la Argentina el promedio de desempleo es de 9% y crece al 10,5% en el caso de las mujeres y las cifras se duplican cuando las mujeres son menores de 30 años. Paramos porque estamos hartas que planteen que el trabajo doméstico y el cuidado de los niños, de las niñas, de las personas que están a nuestro cargo es responsabilidad solamente nuestra y no se la contempla como trabajo. Cuando es justamente una tarea que aporta muchísimo a la economía del mundo. Paramos porque nos están faltando las víctimas de femicidios, las muertas y las presas por abortos clandestinos e inseguros. Paramos porque estamos en contra con el tope salarial del 18%. Nosotras decimos que los trabajos donde somos todas mujeres son los peores pagos, los más precarizados. Paramos revelandonos cómo están organizados los sindicatos, hasta en los sindicatos donde mayoritariamente somos mujeres están encabezados por varones; son los que tienen la palabra, los que salen en los medios; también en los puestos de conducción en los ministerios como el de educación por ejemplo, de las inspecciones; en las escuelas somos mujeres mayoritariamente y los cargos jerárquicos están ocupados por varones. Queremos un aumento que supere el costo de la canasta familiar. Paramos para que dentro de las escuelas se aplique la ley de educación sexual integral; cuesta muchísimo que haya políticas para la apropiación de parte de las docentes para la aplicación de esa ley. Paramos para que se cumpla la ley de cupo laboral para las compañeras travestis y trans».

Mari, integrante de la Universidad Trashumante y del Encuentro de Organizaciones

«Paramos el ocho de marzo porque nos encontramos en posición de poder dar una vuelta de hoja a los sometimientos sostenidos durante años, la diferencia a otros años es pensarse en una postura distinta y luchar alegremente por ver reflejados los frutos en nosotras, hijas e hijos reproduciendo libertad. Hoy para mi un paro de mujeres significa la voz de cientos, miles y millones de mujeres diciendo hasta aquí llegamos con la opresión, el maltrato y la injusticia por obediencia».

Norma, integrante de la Cooperativa Textil Libres y Dignas, y del Encuentro de Organizaciones.

«Este 8 de marzo me adhiero al paro no sólo por mí, sino también por mi madre, mis hijas y las que conozco que sufrieron alguna desigualdad por el simple hecho de haber nacido mujer. Porque en algún momento sufrí acoso en mi trabajo y sabía que nadie me iba a escuchar, y tuve que soportarlo. Por el policía que me dijo: “no hagas la denuncia, vas a vivir haciendo trámites para nada”. Por las mujeres que aún piensan que tenemos más de lo que merecemos y definen a los hombres poniéndolos en nuestro lugar. Porque aun tengo miedo de que mis hijas salgan solas a la calle y si se demoran un poco comienzo a pensar lo peor. Por mi hijo para que crezca en un mundo donde vea a la mujer como a una compañera y no un objeto de su pertenencia. Creo que es la única manera de hacer visible la situación que muchas vivimos y que a muy pocos les importa».

Daniela, Abogada Feminista.

«Creo que el ocho de Marzo como todos los años, es una fecha muy importante para el movimiento de mujeres, donde salimos a la calle como en otros tantos momentos, a reclamar por nuestros derechos por nuestra libertad, para que dejen de matarnos. El ocho es el día internacional de las mujeres trabajadoras. A diferencia de otros años en donde como organizaciones de mujeres y feministas, salimos a lucha por el día de la mujer trabajadora, este año viene muy especial porque vamos a poner en juego todo lo que venimos construyendo y acumulando como movimiento de mujeres en estos años, que tiene que ver con poder visibilizar nuestro trabajo invisible, con poder extender la discusión entorno a qué significa la mujer trabajadora y el trabajo en sí, como sujetas, digamos no es solo el trabajador, sino también la trabajadora y no solamente los trabajos formales, sino los informales que sostienen el mundo, sobretodo las tareas de cuidado, todo lo que tiene que ver con la vida reproductiva. Justamente es una gran discusión sobretodo para las que formamos parte de movimientos y partidos de izquierda, donde justamente siempre el sujeto ha sido el trabajador y se nos ha invisibilizado incluso dentro de nuestras propias organizaciones corriéndonos con la discusión marxista de izquierda respecto a la interpretación del trabajo, entonces para mi este año es muy importante porque avanzamos mucho en esa discusión concreta, poder tener alianzas y avanzar incluso en las discusiones dentro de los sindicatos como trabajadoras es fundamental para este paro.

Como lo fue también el 19 de octubre de 2016 y como lo viene siendo cada vez que salimos a la calle y que somos más, ya lo venimos demostrando en los Encuentros Nacionales de Mujeres (ENM) y hacer esto cotidiano y no excepcional como los ENM que es una vez por año, me parece fundamental porque es poner en juego toda nuestra fuerza y nuestra potencia que es lo que sostiene un montón de estructuras y ya no las queremos sostener más, sino que salimos a la calle para decir que no las queremos sostener más y que no las vamos a sostener más y demostrar que si no la sostenemos se cae. Para mi es fundamental por eso este 8 de Marzo y las fechas y los momentos que seguiremos construyendo y saliendo a la calle de ahora en mas. Que cambia nuestra subjetividad como mujeres al ver que somos miles y que somos conscientes de la fuerza y el poder que tenemos y que jugamos en esta sociedad».

Palabras claves: feminismo, Paro docente, Paro Internacional de Mujeres

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