El último alzamiento

El último alzamiento
5 diciembre, 2016 por Redacción La tinta

En 1990 se produjo el cuarto alzamiento del grupo de militares llamado «carapintadas». Ricardo Ceppi cuenta cómo fue estar ahí sin saber bien lo que estaba pasando.

Foto y texto: Ricardo Ceppi

Era el tres de diciembre de 1990 cuando desde la redacción de Editorial Atlántida me pidieron que cubriera una”conferencia de prensa sobre la corrupción en el Estado”, en el edificio Libertador, a la medianoche. Sonaba extraño. Era esa hora cuando, junto con el redactor Jorge Grecco, el colega fotógrafo Luis Micou, un chofer de remise y yo, intentamos infructuosamente dar con algún guardia del edificio Libertador, que nos orientara hacia tan extraña convocatoria a los medios.

Noche oscura, calor, edificio inanimado, nuestra espera del evento duró muchas horas. En varias oportunidades Grecco se comunico telefónicamente con el entonces director de la revista Somos, un tal García, (quien había originado la encomienda) y la respuesta que traía era sostenida: “pasen nuevamente por el edificio a ver si no comienza la conferencia”. Ya eran suficientes horas como para poder dudar que algo raro ocurría.

Cerca de las tres de la madrugada, de rondarla insistentemente, recibimos la última orden, la de la exención: “Pasen por última vez, y si sigue todo igual, pueden retirarse a sus respectivas casas. Para la ronda de despedida, en esa calurosa ciudad vacía, una alerta: pasa un par de veces el Fiat 128 naranja de Radio Mitre y enseguida 03:10 horas un colectivo Mercedes Benz verde oliva (denominado “aceituna” en la jerga militar) se estaciona en una lúgubre calle lateral y comienzan a bajar soldados armados que ingresan sin resistencia alguna por una puerta lateral del edificio. El director de la revista Somos sabía algo que nosotros desconocíamos. Se estaba sobreviniendo un nuevo levantamiento militar.

Continúan las acciones profesionales: agacharse y ocultarse a una distancia considerable para aprovechar el rango del lente (50 mm), lente luminosa f 1.1:2, subir laelultalz sensibilidad de la película, baja velocidad, amortiguar el ruido del espejo. El resultado era intentar al menos reflejar el clima de lo que sucedía; hasta que el primer flashazo nos pusiera en evidencia.

Cuenta la editorial Perfil la historia: «Era la mañana del 3 de diciembre de 1990. De un lado estaban las tropas aliadas al gobierno nacional (la amplia mayoría) encabezadas en cuerpo presente por el general Martín Balza, y del otro los rebeldes llamados ‘Carapintadas’ (por sus rostros encubiertos por tintura oscura) bajo el liderazgo del coronel Mohamed Seineldín. La historia ya es conocida: Balza, el mismo que tiempo después se atrevió a la primera autocrítica sobre las atrocidades de la dictadura militar, aplastó la rebelión con un saldo de 13 muertos y decenas de heridos».

En la foto el sargento Guillermo Daniel Verdes apuntaba a los periodistas, cerca de las 8 de la mañana, antes de izar la bandera rebelde, exigiendo que se alejen del predio frente al edificio Libertador, durante el levantamiento militar carapintada, el 3 de Diciembre de 1990. El sargento Verdes murió en ese levantamiento, producto de un disparo en la cabeza, proyectil proveniente de francotiradores leales al gobierno.

*Foto y texto: Ricardo Ceppi

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