Dicen desarrollo

Dicen desarrollo
15 noviembre, 2016 por Redacción La tinta

Mientras casi la mitad de los hogares de la provincia de Córdoba manifiestan algún problema habitacional, las políticas públicas relacionadas con la tierra y la vivienda llevan la marca de los deseos privados de grandes empresas. Dados los ciclos de inestabilidad económica y las restricciones legales para la adquisición de dólares, durante los últimos diez años, las ganancias del modelo agroexportador se volcaron en gran parte a la “inversión en ladrillos”.

¿Cómo se convierte soja en ladrillos? ¿Cuántos pueblos fumigados hay detrás de cada edificio que se levanta en la ciudad? ¿Qué semillas transgénicas permitieron el acaparamiento de tierras en los territorios urbanos? ¿Cuántos despojos de tierra permite el monocultivo? ¿Cuántas personas sin casa propia sirven para construir nuevos monstruos que se alquilan a precios exorbitantes?

Un nuevo edificio emerge en la ciudad, fluyen las semillas, la soja, los camiones; deambulan los dólares, los caudales, circulan los latifundistas en sus modernas camionetas; fluye el agua del Paraná, viajan los buques hacia el Atlántico, se desplazan forzosamente los campesinos del campo a la ciudad; fluyen los ladrillos desde el cortadero a la obra, circulan los trabajadores en negro y los especuladores hacen números. El boom inmobiliario es sólo una de las aristas visibles de un fenómeno que, desde hace más de una década, opera con lógicas que implican desplazamientos de materiales, dinero y cuerpos.

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Córdoba. Bv. San Juan 570. 2005-2015

Según el relevamiento realizado por el Colectivo de Investigación El Llano en llamas para su Informe Tomas de tierra en la provincia de Córdoba (2013), “el valor de los terrenos dentro del anillo de la Circunvalación de la ciudad de Córdoba subió en promedio -entre noviembre de 2007 y febrero de 2011- alrededor del 50 por ciento, o sea, 10 por ciento por año. Aún así, hay zonas donde el alza fue superior al 70 por ciento y en algunos casos puntuales, del ciento por ciento”. El informe sostiene que el 48% de los hogares posee problemas habitacionales, ya sea hacinamiento crítico (3%), vivienda deficitaria (10%), o directamente sus habitantes no poseen la propiedad de la vivienda (35%).

El 48% de los hogares posee problemas habitacionales, ya sea hacinamiento crítico (3%), vivienda deficitaria (10%), o directamente sus habitantes no poseen la propiedad de la vivienda (35%).

Cifras publicadas por El Llano en llamas, en otro informe del mismo año, indican que en 2012 en la provincia existían alrededor de 6.88 millones de hectáreas sembradas, duplicando el nivel de doce años atrás. En ese período se incrementó también de manera sostenida el cultivo de soja transgénica. En consecuencia,  lo que los asesinos llaman “progreso” significó la eliminación del 95% de los bosques nativos y el desalojo de numerosas familias campesinas del norte cordobés. 

De una u otra forma, vivimos la experiencia del saqueo todos los días. Estos recorridos y desplazamientos nos atraviesan de manera permanente en nuestro habitar el campo y la ciudad. Es en esta relación asimétrica de progreso para pocos que los sectores populares siguen luchando, en distintos lugares de América Latina, por una vida digna.

 

Nota y Fotos: Colectivo Manifiesto publicada en Revista Laucha

Palabras claves: Bosque nativo, Soja, tierra y vivienda, Vivir en la tierra

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