¿Qué hiciste en la democracia papá?
Lo importante es que si hay fascismo no se note. Y con “los” Clinton se nota menos que con “el” Trump. Y como lo importante no es serlo sino parecerlo, hoy lloramos por ti Norteamérica. No me interesa decir que no son lo mismo. Lo único que importa es entender cuál es exactamente la diferencia. Un vampiro no es lo mismo que un hombre lobo.
Para los cultores del “si hay miseria que no se note” es una triste mañana. Dormirse con un negro demócrata y despertarse con un blanco fascista no es exactamente un buen comienzo. De todas maneras Hillary, que es Clinton, era como el hada de Pinocho: le dio vida para poder seducirlo, abandonarlo y castigarlo. Obviamente, le crecía la nariz como indicador de sus fantasías sexuales reprimidas, a las cuales los custodios de todas las morales y buenas costumbres dirigidos por el inquisidor Pepe Grillo, decretaban que eran mentiras.
O sea: demócratas y republicanos, descansan en la paz de los cementerios genocidas de la CIA, el Pentágono, la industria de las armas, tanto de destrucción masiva como selectiva, las nuevas formas del Ku- Klux- Klan, y la maldita policía que sigue asesinando en nombre de la pesadilla americana.
Pero lo importante es que si hay fascismo no se note. Y con “los” Clinton se nota menos que con “el” Trump. Y como lo importante no es serlo sino parecerlo, como bien sabía la mujer del César, hoy lloramos por ti Norteamérica. No me interesa decir que no son lo mismo. Lo único que importa es entender cuál es exactamente la diferencia. Un vampiro no es lo mismo que un hombre lobo. La principal diferencia es la forma de matarlos. Estaca, bala de plata. Al menos en el modo clásico.
Hoy están remixados y le han pasado la posta a la nación zombie. La verdad nos hará libres. Y la verdad es que votamos maquillajes, no verdaderos rostros. By Menem, By Kirchner, by Macri. El actual presidente inauguró marca de maquillaje. La marca ganadora: Cambiemos. El verdadero rostro: Ajustemos. Pero no solamente no es el único, sino que tampoco es el primero. El Frente Transversal terminó siendo Pe Jota maquillado. Y acá estamos. Con la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser. Con la costumbre de seguir siendo implacables con nuestros compañeros y tiernos con nuestros enemigos. Habiendo sostenido Democracia o Dictadura para dejarnos caer en el resignado fracaso de “Democracia y Dictadura”.
En un curso sobre Prácticas Comunitarias desarrollado en la Universidad Atlántida sede Mar de Ajó le pregunté a los alumnos: (recuerdo la etimología griega de alumno: el que está dispuesto a aprender) “¿Cuál es el concepto de democracia?”. No en su maquillaje superficial, sino en su nivel fundante. Recordé un aforismo implicado: “no votamos porque hay democracia, sino que hay democracia porque se vota”. Lo cual no solamente no es lo mismo, sino que es exactamente lo contrario. Lo democrático no es un continuum sino un intervalo de dos y cuatro años. En el mejor de los casos.
Sin ir más cerca: el IVA (impuesto al valor agregado) es un impuesto de fundante antidemocrático. 21% para artículos de primera necesidad es una expresión de lo que me gusta llamar: fascismo de consorcio. Uno de los maquillajes de la democracia es la publicidad permanente que todo lo antidemocrático viene de afuera. Del afuera partidario, del afuera ideológico, del afuera político, del afuera nacional. Creo que fue Jauretche quien dijo que es más problema quien nos vende de adentro que quien nos compra de afuera. Con Scioli, Cobos y Boudou, ahora es obvio que el Frente para la Victoria no aclaró para la victoria de quién. Y que el proyecto nacional y popular había sido vendido recién nacido a la realeza conservadoramenemista. Pero cualquiera que advirtiera sobre que todos los caminos no conducen a Roma, era hacerle el juego a la derecha.
La soberbia K impidió pensar que hay muchos juegos y que las derechas los conocen todos. “¿Qué pasa General que está lleno de gorilas el gobierno popular?”. No vuelvas General. Al menos yo no te perdono. Vemos las briznas en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Denunciamos y con razón el Plan Condor II. Pero no advertimos, o sí advertimos pero preferimos maquillajes varios, el Plan Buitre. Legiones de demócratas, más izquierdosos, más fascitoides, trabajando sin prisa y sin pausa en modos hegemónicos de producción de cultura, de bienes, de vida.
La verdad nos hará libres. Y la verdad es que votamos maquillajes, no verdaderos rostros.
Publicidad, castas políticas, publicidad, castas empresariales, publicidad, castas judiciales, publicidad, castas clericales, publicidad, castas militares, publicidad, castas ministeriales, legislativas, mucha publicidad. Recalde, el otrora abogado de la CGT, diciendo que le preocupa que la crítica a las dietas de los legisladores pueda ser una crítica a la democracia. No le preocupa que no se puede “nivelar para arriba” como propone cuando el enriquecimiento es tan lícito como el empobrecimiento.
Lo único que le faltó decir a Recalde en su confesión de parte, es que los meritócratas democráticos deben ser respetados. Al lado de un ministro operador de la Shell parece bueno. Pero no es bueno. Apenas parece. Y en esta democracia que parece pero que no es, el Plan Buitre descarga sobre el Plan Cóndor complicidades y traiciones propias.
Claro que el Cóndor pasa y vuelve. Pero hablemos de la soga en la casa del ahorcado. Sin desmantelar el Plan Buitre hasta un Plan Paloma nos seguirá c_ g _nd_. Y en ese Plan Buitre hay demasiados y demasiados. El clientelismo es una de sus caras, siempre maquilladas. El amiguismo, compinchismo, el sostenimiento de privilegios y la vejación de los derechos, los plebiscitos y audiencias públicas no vinculantes, la imposibilidad de revocar mandatos de los lindos, limpios y corruptos.
¿Qué hiciste en la democracia para que no se disipe en el modo dictadura? ¿Eras tan bueno que todo hiciste para que llegaran los malos, muy malos? Como médico sigo creyendo que primero el diagnóstico y luego, enseguida, pero luego, la solución. Para que el remedio no sea peor que la enfermedad: medicina popular, clasista y combativa contra todas las formas de la entrega y explotación laboral y social. Arrasado el Plan Buitre, el Plan Cóndor II podrá ser enfrentado. ¡¡Allá vamos, comandantes!!
* Nota de opinión de Alfredo Grande para Agencia Pelota de Trapo.
