Originario y occidental: formas de patriarcado

Originario y occidental: formas de patriarcado
12 octubre, 2016 por Redacción La tinta

El 12 de octubre de 1492 Colón probablemente nunca se imaginó lo que sucedería no sólo con su vida sino con la de quienes poblaban América. Ni cómo se modificaría el sistema mundial de comercio, de cultura, de política, de relaciones humanas: cómo el patriarcado cristiano europeo occidental arremetería en estas tierras, para complementarse gradualmente con el patriarcado originario ancestral.

Por Redacción La tinta

Muchas intelectuales feministas manifiestan que buscar información sobre el rol de las mujeres en la época precolombina es una tarea difícil, ya que las fuentes escritas están redactadas por hombres. Precisamente ellos que presenciaron en directo los roles ejercidos por las originarias, estaban imbuidos bajo una moralidad medieval-cristiana, realizando juicios de valores desde sus propias referencias socioculturales de lo que era correcto o no. Cualquier semejanza con la actualidad pareciera no ser pura coincidencia.

Primera mirada

La primera lectura que se realiza sobre el rol que jugaron las mujeres, siguiendo a la historiadora Arantxa Robles Santana, es que se encargaban de la recolección, elaboración y conservación de alimentos; así se constituyeron como las precursoras de la agricultura. También desarrollaron sus conocimientos en medicina, sobre la domesticación de animales y plantas, estuvieron al cuidado de los y las niñas.

En un primer momento, previo a los imperios Incas, Mayas, Aztecas, las comunidades originarias eran principalmente nómadas y se afirma que la mujer luchó al lado de los hombres por y para su subsistencia. No practicó la vida contemplativa que pareciera deducirse de la lectura de muchas obras históricas. En éstas el papel de la mujer fue ignorado, o por el contrario su rol estaba sujeto exclusivamente al de la crianza de hijos/as y al cuidado del hogar como si fueran actividades “de segunda”.

Pareciera que con el paso del tiempo, cambió la percepción que la mujer tenía de los ciclos de la naturaleza, la domesticación de plantas, la siembra, y su dedicación a las labores textiles y cerámica. Esto implicó ciertos cambios en los estilos de vida, tomando gradualmente características de sedentarismo.

pueblos-originarios-patriarcado-feminismo-3Otro análisis

Una segunda lectura se relaciona al planteo del feminismo comunitario, hoy gradualmente en discusión en diversos sectores de mujeres. Esta propuesta no necesariamente se opone a la de arriba pero sí la complejiza.

«Las mujeres se conciben como complementarias en el todo para la reproducción social, biológica y cultural. Esto conllevaría asumir su responsabilidad junto a ellos, a quienes en su rol establecido les tocaría la reproducción simbólica, material y de pensamiento»

Lorena Cabnal afirma que las mujeres se conciben como complementarias en el todo para la reproducción social, biológica y cultural. Esto conllevaría asumir su responsabilidad junto a ellos, a quienes en su rol establecido les tocaría la reproducción simbólica, material y de pensamiento. Ambos podrían generar equilibrio para la continuidad de la vida y como una dualidad armónica, en su relación con la naturaleza, para mantener los ciclos de generación de la vida de los pueblos.

Patriarcado originario ancestral

Las lógicas de dualidad, de equilibrio complementario entre la reproducción biológica de la mujer y la reproducción material e intelectual del hombre, parecieran guardar cierta similitud con concepciones del patriarcado “moderno”.

Ante esto, el feminismo comunitario habla de patriarcado originario ancestral, como sistema milenario estructural de opresión contra las mujeres originarias o indígenas. Este sistema establece su base de opresión desde su filosofía que norma la hetero-realidad cosmogónica como mandato, para la vida de las mujeres y hombres, así como de estos en su relación con el cosmos. Configuró roles, usos y costumbres, principios y valores, fue fortaleciéndose con los tiempos.

pueblos-originarios-patriarcado-feminismo-1Aquí es clave entender que el patriarcado originario ancestral se refuncionaliza con la penetración del patriarcado occidental. En esa coyuntura histórica se van configurando las condiciones necesarias para el nacimiento del racismo, el capitalismo, el neoliberalismo, la globalización y más. Esto es, y aquí es fundamental comprender, existieron condiciones previas en nuestras culturas originarias para que ese patriarcado occidental se fortaleciera y arremetiera.

Las mismas luchas

Es necesario mencionar que aún hoy en muchos pueblos, diversas sexualidades e identidades de géneros no pueden manifestarse, porque se ven sancionadas desde la espiritualidad en la familia y en la comunidad. Esta es una de las razones por las que la mayoría de población originaria niega la existencia de lesbianas y gays en sus comunidades, alegando muchas veces que esos malos comportamientos son propios de occidentales. Lo han aprendido de los blancos y es herencia colonial.

Designadas por la heteronorma las mujeres indígenas asumen el rol de cuidadoras de la cultura. Protectoras, reproductoras y guardianas ancestrales de ese patriarcado originario reafirman en sus cuerpos la heterosexualidad, la maternidad obligatoria, y el pacto ancestral masculino de que las mujeres en continuum, sean tributarias para la supremacía patriarcal ancestral.

pueblos-originarios-patriarcado-feminismoLa recuperación consciente de nuestro primer territorio, nuestro cuerpo, es un acto político emancipatorio; porque “lo personal es político”, “lo que no se nombra no existe”. Asumir la corporalidad individual como territorio propio e irrepetible, permite ir fortaleciendo el sentido de afirmación de su existencia de ser y estar en el mundo. Así emerge la autoconciencia, que va dando cuenta de cómo ha vivido este cuerpo en su historia personal, particular y temporal, las diferentes manifestaciones y expresiones de los patriarcados y todas las opresiones derivadas de ellos.

Luego de 525 años de patriarcado occidental y muchos más de patriarcado originario, para las mujeres es necesario recuperar el cuerpo, y así defenderlo del embate histórico estructural que atenta contra él.

Esto implica una lucha cotidiana e indispensable. El cuerpo entendido también como territorio, ha estado milenariamente en disputa por los patriarcados, para asegurar su sostenibilidad desde y sobre el cuerpo de las mujeres. Recuperarlo y defenderlo, también implica provocar el desarme de los pactos masculinos de manera consciente. Cuestionar y provocar el desmontaje de nuestros cuerpos femeninos para su libertad.

Así, el feminismo comunitario nos propone recuperar el cuerpo para reconocer su resistencia histórica y su dimensionalidad de potencia transgresora, transformadora y creadora.

Fotografías: Colectivo Manifiesto


Referencias: Feminismos diversos: el feminismo comunitario de ACSUR-Las Segovias, Asociación para la cooperación con el Sur / Una aproximación a la mujer precolombina en América de Arantxa Robles Santana.

Palabras claves: colonialismo, colonización, feminismo comunitario, Patriarcado, pueblos originarios, racismo

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