«El fin de la violencia no es posible sin justicia social»

«El fin de la violencia no es posible sin justicia social»
17 octubre, 2016 por Redacción La tinta

Mehmet Dogan, antropólogo y documentalista kurdo, analiza el conflicto armado en Medio Oriente, el rol de del PKK, la realidad política de Turquía y la potente emergencia del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) en dicho país.

El pueblo kurdo, como el pueblo armenio o el asirio, es parte de los pueblos originarios de la Mesopotamia. En ésta parte del mundo, uno de los centros de civilización más importantes, hace miles y miles de años los grupos convivían en una total armonía.

Los problemas comenzaron cuando los poderes imperiales utilizaron las religiones monoteístas para colonizar la región. Con el fin de expandir más el islam, los árabes llegaron a la región en el siglo VII y fue recién en el siglo XIII que se conformó el Imperio Otomano. Si bien en un principio todas las minorías de la región convivían de forma pacífica, a fines del siglo XIX con la guerra de Oriente se impuso en el imperio por primera vez el servicio militar obligatorio, haciendo sentir con más fuerza la violencia física y simbólica del Estado sobre todos los pueblos.A partir de entonces el Imperio Otomano, y luego el Estado Turco, cometieron contra las minorías las más terribles atrocidades, entre las que se destaca el aún impune genocidio contra el pueblo armenio.

Durante el mes de marzo, Turba se reunió con Mehmet Dogan, antropólogo y documentalista, referente kurdo para América Latina, conversó sobre los devenires del PKK, la lucha armada, la realidad política turca y el nuevo fenómeno político que generó el Partido Democrático de los Pueblos (HDP). Una coalición democrática de partidos progresistas turcos que recuerda a experiencias como las de Podemos o Syriza, con la que el PKK se asoma a la disputa democrática.

¿Cómo se configura el sistema político turco?

El sistema turco en teoría es una democracia, pero ¿cuál democracia? Después del golpe de estado del 12 de septiembre de 1980, se cambió totalmente la Constitución. La nueva Carta Magna prohíbe muchas cosas. En realidad, hay un sistema antidemocrático, si un partido no puede obtener más del 10% de votos a nivel nacional no puede tener un diputado en la Asamblea.

En el año 2007 en Turquía mataron a un periodista muy reconocido en la lucha de las minorías: Hrant Dink. Este hecho despertó un desconcierto en todo el pueblo turco que se preguntaba ¿a dónde vamos? Por ejemplo, durante el funeral más de 500.000 personas dijeron “Yo soy armenio”, en Turquía decir “Yo soy armenio” es un tabú total. Como conclusión de ese proceso, en 2015 el HDP obtuvo el 13% de votos, fue un triunfo revolucionario total, como Podemos en España, como Syriza en Grecia ¡El 13%! A pesar de todas las restricciones, de los arrestos, toda la manipulación mediática no solo nacional sino internacional, a pesar de todo eso obtuvo el 13%. En realidad, tenían más del 20% pero hubo muchos fraudes.

Cuando se produjo el triunfo del HDP, el partido de Erdogán (actual presidente de Turquía) no podía formar gobierno porque perdió la mayoría absoluta ¿Qué hizo? Una guerra total. En la Constitución turca dice que si no se logra conformar gobierno, en 45 días se deben repetir las elecciones. En ese momento Erdogán declaró la guerra a los kurdos, apoyando al ISIS, generando atentados en sitios cercanos a lugares de resistencia kurdos y quemando más de 400 sedes del HDP. Entonces, cuando llegaron las segundas elecciones, en noviembre de 2015, los militantes del HDP no tenían derecho de salir en la TV, no tenían derecho a hacer campaña política, todo era reprimido, pero a pesar de eso obtuvieron más del 10% de los votos y ahora tienen 59 diputados.

Para explicar hacia occidente el fenómeno del HDP, muchos analistas lo nombran como el Syriza o el Podemos turco ¿Qué similitudes y qué diferencias ves entre estas fuerzas?

Hay diferencias. No podemos comparar España con Turquía porque las sociedades son muy diferentes. En España hay un problema con el pueblo vascos o catalán pero no es el problema kurdo, o armenio o asirio. Por otro lado, en Grecia se vive una crisis económica, en Turquía también, pero además en Turquía hay una política de odio del nacionalismo turco contra todos los otros grupos étnicos. Para el Estado turco, los armenios, los asirios, los kurdos, son enemigos. La victoria del HDP estuvo en proponer “somos hermanos, podemos vivir juntos”.

Tanto a Podemos como a Syriza se les valora como táctica la forma de comunicar e interpelar. Teniendo en cuenta la censura que ejerce Estado ¿cuál fue la estrategia comunicacional del HDP?

La victoria de HDP estuvo en hacer ver que existe una tercera voz. Pudieron comunicar a pesar de todas las censuras. Lo revolucionario fue la comunicación con el pueblo, no solamente tuvieron un discurso dirigido a la clase obrera, sino que incluyeron a la clase media, a los desempleados. Por ejemplo, tenemos un candidato de la comunidad LGBT, también tenemos un diputado armenio ex portavoz de HDP en la Asamblea Nacional ¿Cómo podríamos imaginar eso? Cristianos, asirios, tenemos todas las religiones, todos los grupos étnicos y 30% son mujeres ¡Es una revolución! Lograron crear un movimiento confederal que quiere hacer justicia contra los crímenes cometidos por el Estado turco, quiere justicia social y quiere también una posición -a diferencia de Podemos- radical contra la OTAN, porque a la OTAN en Turquía la viven, la ven cometer muchas masacres.

En este momento Erdogán está usando la carta de los refugiados a modos de intercambio. Amenaza a Europa diciendo “si me críticas, te voy a mandar miles, millones, de refugiados”, entonces Europa es aliado y cómplice de lo que se está viviendo actualmente en Turquía.

¿Qué es el PKK?

El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) fue creado en 1978 bajo una ideología marxista leninista. Tomó como modelo la experiencia vietnamita de Oh Chi Minh, se proponía crear un Kurdistán grande.

Con una mirada muy crítica hacia la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y hacia la República Popular China, se reivindicaba como guevarista, pretendiendo así alejarse de todo dogmatismo. Sin embargo, al caer el muro de Berlín a finales de los años 80, el PKK se transformó. Hizo una autocrítica y adoptó una nueva ideología que se llamó “Confederalismo democrático” ¿Qué quiere decir? Construir una confederación de todos los pueblos: armenios, kurdos, asirios, árabes, turcos. Este último no aparece como enemigo, sino que los enemigos son sólo sus dirigentes.

El PKK se opone a la negación de las identidades de las minorías y a la persecución de los pueblos de la Mesopotamia. También a la alianza que existe entre Estados Unidos, los estados miembros de la OTAN y el Estado de Israel para apropiarse del petróleo del Kurdistán. Las potencias mundiales, a través de la OTAN y por pedido del Estado turco, declararon al PKK como terrorista porque la lucha que seguía era una lucha de independencia.

En 1998 fue capturado y entregado al Estado turco el líder del partido, Abdullah Öcalan, que desde entonces permanece como el único preso político en una isla militar. En 20 años de lucha armada, los resultados son 17.000 personas desaparecidas, más de 40.000 muertos, más de 5.000 pueblos quemados y 5 millones de personas desplazadas por la fuerza. Frente a esto, el PKK decidió cambiar la estrategia por un modo democrático basado la fraternidad entre los pueblos.

El marxismo se equivocó, el sujeto de cambio de la sociedad no es el proletariado sino la mujer

Durante todo este tiempo el PKK fue ganando simpatías no sólo del pueblo kurdo, sino también de turcos, asirios e iraníes porque implicaba una nueva manera de ver las cosas: hermandad entre los pueblos y también hermandad entre mujeres y hombres. ¿Qué dice el PKK? El marxismo se equivocó, el sujeto de cambio de la sociedad no es el proletariado sino la mujer. Esta nueva ideología, una organización que defiende la liberación de la mujer en la parte del mundo más arcaica donde la mujer no existe, no tiene derecho de salir de su casa sin casarse fue ganando un enorme apoyo y en 2005 se conformó la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK). Una organización de kurdos en general donde participan más de 600 movimiento sociales, un frente amplio, donde lo que se buscar es poner en práctica el Confederalismo democrático de oriente medio.

El HDP si bien tiene coincidencias políticas con los grupos armados, mantiene un discurso antimilitarista y de paz ¿qué tensiones surgen entre la disputa democrática y la estrategia armada?

El conflicto armado lleva más de 40 años. El PKK ahora tiene más de 30.000 guerrilleros, la mayoría mujeres. Es una fuerza armada pero la estrategia del PKK no es un ataque armado, es una defensa armada. La definición terrorista del PKK es una definición totalmente política.

En el año 2009 el PKK y las autoridades del Estado turco, intermediados por el HDP, comenzaron un proceso por la paz, para poner fin a un conflicto que comenzó en 1884. Allí el HDP participó diciendo “mira, la paz no puede ser solamente entre dos partes, nosotros seremos la parte que representa a la sociedad civil”, también participaron otros movimientos sociales. En abril del 2015, el gobierno de Erdogán y el HDP publicaron una hoja de ruta con 10 puntos: reconocimiento de todas las minorías; comisión de verdad sobre la historia y crímenes del Estado turco; garantía de igualdad entre mujeres y hombres en la Constitución; Ecología… etc. Si se aceptaba todo eso, la segunda parte era una garantía constitucional, ahí el PKK debía abandonar la lucha armada e integrar a sus militantes a la vida civil.

Hicieron una rueda de prensa representantes de Erdogan y HDP juntos, yo decía ¡30 años de exilio, ya terminó, voy a regresar! era una esperanza extraordinaria. Pero dos meses después de iniciado este proceso el Estado turco mando a organizaciones del Estado islámico a Kobane (ciudad del norte de Siria y principal bastión kurdo). Allí se enfrentaron las fuerzas kurdas cercanas al PKK como también armenios, árabes, asirios, contra las organizaciones del estado islámico.

En esta batalla Kobane resistió y ganó. Fue una resistencia como la de Leningrado. Cuando los kurdos lograron avanzar contra el Estado islámico que era una organización totalmente mercenaria, dijeron “si seguimos con el proceso por la paz vamos a perder”. Como consecuencia de esto el terrorismo del Estado turco se agravó.

¿Cómo opera el terrorismo del Estado turco?

En primer lugar, declaran estado de sitio en las ciudades, sobre todo en aquellas que están bajo el dominio de la Comunidades del Kurdistán (KCK), luego envían a la policía y al ejército y arrestan a los coalcaldes (todas las ciudades que están bajo dominio de KCK tienen coalcande/coalcaldesa). Sin embargo, contra estos ataques nació una reacción natural del pueblo: cortaron las calles y decidieron autogestionarse ¿Por qué? Porque el Estado turco manda su policía y su ejército no para hacer justicia sino para matarlos y vaciar sus ciudades.

Los conflictos armados y las acciones de las brigadas de autodefensa, ¿juegan en contra para el votante más progresista del HDP?

Sí, por supuesto que sí, pero no por progresista sino por miedo. El Estado turco creó una situación de violencia que es una provocación. El miedo y el fraude hicieron que se pierdan las elecciones. El Estado turco puede hacerlo gracias a sus medios de comunicación y a la situación de provocación y violencia estatal.

¿Qué rol juegan las nuevas generaciones en el HDP?

Los jóvenes que están en el HDP y apoyan al HDP están en un puente. Hoy apoyan al HDP y mañana pueden transformarse en PKK, no hay una frontera. Todos los jóvenes, mujeres y hombres, quieren luchar de una manera democrática. Pero, por ejemplo, si eres periodista y escribes un artículo en contra del gobierno te condenan a dos años. Si tienes 25 o 30 años las opciones son, entonces, ir preso o ir a la montaña. Algunos, se van a Europa como refugiados pero la mayoría se pasan al PKK.

Frente a esto lo que dice el HDP es “lo que ustedes están creando es una generación de odio y esta generación de odio -por supuesto- va a usar armas, pero nosotros queremos promover la paz”. La victoria de HDP es muy importante, no porque exista una diferencia entre el PKK y el HDP, sino porque el HDP es la fracción democrática y el PKK es la fracción armada. Esta situación de terror está haciendo que el PKK crezca, porque los jóvenes en Turquía no tienen derecho de hablar, no tienen derecho a estudiar, tomar las armas y luchar de una manera armada es más fácil para su conciencia, lo más difícil es luchar democráticamente.

¿Qué diálogos se podrían entablar entre este nuevo movimiento que surge en Turquía y los movimientos populares latinoamericanos, Syriza o Podemos?

Para mi los problemas de los pueblos son únicos, son los mismos. Lo que está pasando en Turqía también perjudica al pueblo argentino, si allá ganan ellos, el pueblo argentino también va a perder. Es la misma guerra, acá no se ve tanto como allá que hay violencia, pero el objetivo es el mismo. El fin de la violencia no es posible sin justicia social.

mehmet-1-e1471438318315-620x330Para eso primero hay que informar. Los ciudadanos de las sociedades latinoamericanas no conocen el carácter totalmente fascista del Estado turco. Hoy en día están sancionando una ley para darle inmunidad a un policía que está en operación contra el PKK, el tipo está libre de todo. Publican fotos de hombres desnudos, matan a las mujeres desnudas, les toman foto y las comparten, y no hay un seguimiento jurídico contra ellos. Además, antes el Estado turco -durante 40 años- hacía todo de una manera más discreta, con paramilitares u otros grupos; pero ahora dice “sí, yo lo hago”.

Es muy grave, estamos viviendo totalmente en una política fascista, están legalizando la matanza de gente. La única manera de salir de eso es promoviendo la democracia en el país y para ello la solidaridad internacional es muy importante.

 

*Por Julia Nesprias para Turba. Foto: Lucía Gabriela Triay.

Palabras claves: Kurdistán, Medio Oriente, PKK, resistencias

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