«Es fundamental pensar en vidas y en cuerpos libres»

«Es fundamental pensar en vidas y en cuerpos libres»
9 septiembre, 2016 por Gilda

Cinco preguntas a la militante política Cecilia «Checha» Merchán acerca de infancias, diversidad y el libro que presentó ayer en Córdoba: Ni una menos desde los primeros años. Educación en géneros para infancias más libres.

¿Cómo incide la crianza y el universo de oportunidades -restringido o abierto- que brindamos a niños y niñas, en la violencia sexista y la desigualdad de género que nos atraviesan como sociedad?

Todas las formas en que vamos marcando en la infancia -cuáles son los roles que deben asumir los niños y cuáles las niñas- es el inicio de una violencia que ni nos damos cuenta y que reproducimos constantemente. Influye en la infancia porque ya restringe a las mujeres de algunas cosas y a los hombres de otras. Además va configurando formas de dominación no solamente de los cuerpos si no de los espacios y de un género sobre los otros. Creo que eso es algo que justamente debemos trabajar desde el inicio de la educación y de la socialización para poder tener infancias más libres que nos van a llevar de manera bastante más simple a una adultez saludable.


¿Cuál es la relación que existe entre la desigualdad social y la desigualdad de género? ¿Cómo inciden una en la otra?

Creo que es fundamental pensar en vidas y en cuerpos libres. Y para pensar en infancias libres lo primero que tenemos que pensar es que un niño o una niña para desarrollarse y desplegarse requiere una casa, alimentación saludable, educación, salud, cariño. Y me parece que esto es parte de lo que llamamos justicia social.

Y cuando pensamos en las igualdades o las aperturas a la hora de que los niños y las niñas puedan tener todo el abanico de posibilidades a la hora de la construcción de sus propias identidades de géneros, creo que es igualmente importante. Es tan importante para que un niño o una niña sea libre que cuente con todas esas necesidades básicas satisfechas, como también que una niña pueda jugar al fútbol y desplegarse abierta y libremente en un potrero, y que un niño pueda desplegarse abierta y libremente con una muñeca. Porque esto nos va abriendo posibilidades que nos permiten vivir la vida de una manera mucho más amplia y nos permite eliminar situaciones de violencia que se van dando en función de estas divisiones totalmente arbitrarias.

No hay nada en la realidad, en la vida natural de las personas, que diga que el fútbol tiene que ser para los varones y para las nenas no. Sin embargo, esto va determinando una manera tan definida que el fútbol femenino sigue siendo todavía totalmente marginal.


Desde su título, el libro hace hincapié en las infancias, en plural, ¿cómo ves los avances en cuanto a visibilización y respeto a la diversidad en los últimos tiempos?

Las infancias son tan diversas como somos diversas las personas. Siempre en todos los momentos de la historia y en cada construcción cultural hubo personas con distintas orientaciones y distintos géneros, desde siempre. Creo que el intento por visibilizar las infancias trans, las infancias que van configurándose en distintas elecciones o formas sexuales, es muy importante y que está asociado a las luchas que hemos llevado a cabo todos estos años y que confluyeron -o tuvieron un punto muy importante- en la Ley de Matrimonio Igualitario y de Identidad de Género. Creo que el tema de infancias trans es lo menos reconocido y que en este último tiempo hay grandes esfuerzos por lograrlo.

En nuestro libro hay algunos testimonios realmente muy interesantes, que hablan desde lo vivencial y desde el activismo concreto LGBT. Desde una jovencita trans de 16 años que es de Diamante, Carolina Unrein, y puede explicitar desde su adolescencia un montón de cuestiones que tienen que ver con la dominación de los cuerpos, esos cuerpos en distintas clases sociales, en distintas realidades culturales, en distintas realidades étnicas.

También reconociendo que parte de la visibilidad que ella puede tener hoy y que pueden tener las infancias y las adolescencias trans están también asociadas a esas luchas de otras trans como Diana Sacayán o Lohana Berkins que incluso soñaron con otras corporalidades para las personas. También en el libro tenemos otro artículo de Alan Otto Pietro que es joven trans masculino y otro de Susana Pita que habla de las infancias y el crecimiento, en su caso de personas lesbianas, homosexuales, gay, que también tienen alta dificultad para encontrar sus propias lógicas y vivirlas en libertad.


Además de estos tres testimonios, ¿qué temáticas se abordan en el libro?

El libro incluye muchas miradas… hay un artículo que habla de cómo se va construyendo históricamente el concepto de infancia y cómo se van construyendo las ideas de familia y, de ahí, los roles determinados para hombres y mujeres. Hay un artículo con una perspectiva de la educación de Graciela Morgade que se llama Toda educación es sexual, donde va abordando la idea de que cuando pensamos una educación podemos ver cómo el sexismo atraviesa absolutamente todas las materias, todas las formaciones, y es importante poder revisarlo.

También hay artículos que abordan la construcción de las identidades de géneros desde la antropología y desde la psicología.

También hay un artículo respecto a los juguetes y uno sobre la literatura infantil y sus múltiples miradas, absolutamente sesgadas y sexistas también. Hay un artículo, que es el que escribo, que tiene una postura o una perspectiva más política tanto de la construcción de los Derechos como de la lucha por visibilizar y avanzar en las conquistas -y también estar atentos y atentas a los posibles retrocesos.


¿Quiénes pueden leer Ni una menos desde los primeros años?

Es un libro que tiene mucha profundidad, muchas miradas y todas estas aristas. Además es de lectura simple y sencilla: tratamos de que todo el material pueda ser utilizado mas allá de todo ámbito académico. Es accesible a cualquier persona que trabaje con niños y niñas y que tenga ganas de reflexionar sobre esa crianza y sobre la propia experiencia, la propia vida y la construcción de los propios estereotipos.

(*) Fotos gentileza de Natalia Roca.

Palabras claves: Cecilia Merchán, Géneros, Infancia, literatura, Ni una menos

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