«No le hacemos asco a nada»
Llego al ensayo con unos minutos de demora. Atravieso la casa hasta el patio, me meto por una puertita diminuta que da a un inodoro en desuso y de ahí a la sala de ensayo mal iluminada que tiene adentro a más de diez personas haciendo música.
Es un tema nuevo que está mortal, están viendo los cortes y cómo juega la letra. Me acomodo en un rincón y escucho. Meterse en el universo musical patero es entregarse a la sorpresa constante, los tipos te pasean por un montón de sonidos y climas que no esperás. Como entrar al ensayo por el baño. Ponele.
Para los desprevenidos que aún no conocen, La Pata de la Tuerta es la banda donde tocaría Manu Chao si viviera en Córdoba. Es una topadora constante de buenas canciones y agite, que hace quince años se la pasa sacudiendo los escenarios y que tiene la enorme capacidad de hacer bailar a todo el mundo.
Terminan los primeros tres temas, nos servimos un sodeado y salimos al patio.
Romance declarado con el cuarteto
Basta con escuchar tres canciones para entender que La Pata de la Tuerta no se repite, ni busca lugares cómodos. Está en constante experimentación musical, ampliando fronteras. Tirando abajo categorizaciones, prejuicios y todo lo que se ponga en el medio.
¿A que suena La Pata?
– La pata de la tuerta es una banda de rock que no le hace asco a nada. Al sonido bien rockero de la banda se lo va tamizando con todo un abanico de géneros de la música popular latinoamericana. Del cuarteto al bolero, pasando por la cumbia y el vals. Y nuevos géneros por explorar.
¿Hay un coqueteo con el cuarteto?
-No, lo nuestro es un romance declarado con el cuarteto. Pero siempre estamos mezclando géneros. Y en medio de un cuartetazo le ponemos el freno de mano en el estribillo y suena a otra cosa. Ningún género es abordado de manera ortodoxa. Sin preguntarnos demasiado qué es cada cosa, terminan conviviendo varios géneros en la misma canción.
Hijos del 2001
La banda cumplió quince años. Eso es parte de la identidad de la banda, está en los genes. Es una banda que no se queda callada, no son políticamente correctos. Y no paran de putear.
¿Cuáles son las ideas detrás de la caravana?
– ¿Caravana? ¿Quién dijo caravana?
Y si. La Pata de la Tuerta es caravana, está en wikipedia (risas). Decíamos que ustedes no se callan…
– En los comienzos, cuando éramos cinco, teníamos un sonido más heavy y oscuro, un lenguaje más contestatario. Y eso siempre nos gustó y lo mantuvimos hasta hoy. En un momento del show siempre pinta el agite y las puteadas.
El discurso de La Pata tiene que ver, también, con nuestra presencia en estos quince años: contra Monsanto, en Andalgalá, en los juicios, los actos del 24 de marzo, en la Perla, en los barrios. Siempre que podemos tocamos en la calle. Es nuestra contribución, tocando giladas, a la movida y a las luchas.
También es que somos parte de la misma movida, desde el año 2001 siempre estuvimos ahí, no hay mucho que escarbar.
¿Y qué cosas prenderían fuego?
– La muni.
– Si. Hay que prenderla fuego.
– Te la van a cobrar de nuevo.
– La prendamos fuego con los cobradores adentro.
– Si se pudiera prender fuego las cloacas…
– Hay que tener cuidado. Mucha sequía, un poquito de viento y se prende todo.
Doce
Cuatro años después de “Espuma”, la Pata presentó hace unas semanas “Doce” un disco furioso y lleno de alegría. Doce canciones compuestas por doce personas e interpretadas por doce personas diferentes. Con el arte de tapa de Semilla Bucciarelli y con enormes invitados que le dan un sonido especial: Hugo Lobo (de Dancing Mood), integrantes de la murga Falta y Resto y de Pa´Ntrar en Calor (de Uruguay); Chico Trujillo (de Chile); Sara Hebe; Los Caligaris; y Vivi Pozzebon entre muchos otros.
¿Cuál es la propuesta del disco nuevo Doce?
– Este disco concluye una etapa donde quisimos quitar un cantante central y empezamos a cantar varios. En este disco, doce personas sobre el escenario, doce canciones, cantadas por doce personas diferentes. Suena muy original, humildemente hablando (risas).
El disco es enorme. Son doce temas tremendos que hacen imposible dejar de mover la patita así. Y dan ganas de escucharlo sin parar.
Si todavía no lo compraste, está bueno aclarar que La Pata es una banda independiente. Se está perdiendo la costumbre de comprar discos, de hecho la banda lo tiene libre para descargar de internet. Pero hay que comprar Doce, porque estamos apoyando a la música y la cultura cordobesa, y porque es donde la banda hace carne y objeto sus ideas, sus búsquedas y, claro, lo mejor que tiene: sus canciones.
La noche se empieza a cerrar sobre Córdoba. El ensayo sigue pero yo me voy. Esos temas, las flores y el sodeado dan ganas de comer un asado, juntarse con amigos, salir de caravana. Cosas muy nuestras, de Córdoba, como La Pata.
Por Martín Villarroel Borgna. Foto: Micaela Damico Bossio.