Todo por una foto
Un grupo de mujeres vestidas de luto, velan a un hombre que yace de manos cruzadas. En el centro del grupo, con el rostro completamente iluminado, se encuentra Josefa Larrá (19 años). Con gesto triste mira al difunto, su abuelo Juan Larrá. La fotografía fue tomada en 1950 por Eugene Smith en Deleitosa, España.
Casi un año después la revista Life publicó el reportaje completo en su edición del 9 de abril de 1951, con una tirada de alrededor de cinco millones de ejemplares. Uno de ellos llegó a las manos del californiano Charles H. Calusdian, que al ver la foto del velatorio se sintió especialmente atraído por Josefa. Tanto, que decidió mandarle una carta al alcalde de Deleitosa en la que adjuntaba el recorte de la revista y solicitaba los datos de la joven pidiendo el permiso de la familia para escribirle una carta.
La familia autorizó la petición de Calusdian y Josefa recibió una carta con una foto del joven. La madre instó a Josefa a que le respondiera también con una foto, para lo cual tuvieron que viajar hasta Trujillo para poder enviarla. Esto generó un gran revuelo en la población. Juan Larrá hermano de Josefa, cuenta que “cuando llegaba una carta del americano, se armaba una cola en la puerta de casa para enterarse del acontecimiento”.
España vivía bajo el régimen franquista. El Alcalde de Deleitosa, que siempre había tenido a la familia Larrá por republicana, quería ser el padrino de la boda. La familia de Josefa, mas interesada en el extranjero, se interpuso entre ella y su pretendiente en el pueblo, lo que precipitó el fin de esa relación. Ante tanta presión por los rumores y comentarios, la joven tuvo que partir hacia Sant Feliu de Guíxols en Cataluña, en donde vive hasta estos días. Allí perdió contacto con Calusdian y con su pretendiente local.
Pero Josefa y su familia no fueron los únicos afectados por el trabajo de Smith en el pueblo. En el documental El Americano, también se narra la historia de la familia Curiel, que se dedicaba al pastoreo de cabras y que fue registrada por Smith. Una mañana, tiempo después de que el fotógrafo escapase de España por presión del régimen, el padre de la familia encontró a todas sus cabras muertas. Bernard Curiel, su nieto, asegura que fue un atentado realizado por la Guardia Civil Española. Este hecho los obligó a emigrar de su pueblo natal.
En relación a cómo el trabajo de Smith atravesó la vida de Deleitosa, en El Americano, una Josefa mucho mayor que en aquella fotografía, sentencia: “Todo por una foto”.
