Deporte y dictadura: la historia del profe Schapira

Deporte y dictadura: la historia del profe Schapira
22 marzo, 2017 por Redacción La tinta

Daniel Schapira amó al tenis tanto como para seguir la carrera de su hermano mientras se encontraba en la clandestinidad. Más que al tenis, amaba discutir, enseñar y militar. Sus secuestradores experimentaron con su cuerpo novedosos dardos venenosos, además de picanas y otras vejaciones. Pese al descontento de un conocido periodista de La Nación, el día de su nacimiento es hoy el “Día del Profesor de Tenis”.

Por Fede Lamas para Rock and Ball

Las medias rojas por el contacto con el polvo de ladrillo. La botellita de agua cerca del alambrado, el sonido de un impacto limpio y las constantes indicaciones. “Bajá las rodillas”, “cerrá el golpe” y tantas otras frases se repitieron dentro de la cancha hasta el hartazgo por Daniel Schapira. Siempre firme desde el otro lado de la red. Vincha, sin bronceado por su piel clara y un metro ochenta. Tenía el estereotipo físico de un jugador de tenis de la década del ’70.

Previo a convertirse en profesor, en su etapa de juveniles, Schapira jugó con Guillermo Vilas. Perdió. No pudo imponer la diferencia de dos años a su favor y eso tocó el orgullo deportivo de Daniel. _Hasta le llegó a decir a su amigo César Dialoy: “Lo perdí yo, es un zurdito que tiene un jueguito, le jugué todo al revés y le pega muy enroscado”. El 17 de abril de 1977, ese zurdo venció al polaco Wojtek Fibak en la final del 85° torneo Río de la plata. Ganó 6-4 6-3 6-0. Era el cuarto título del mejor año en la carrera del marplatense. La temporada en la que debería haber sido N°1. En esa fecha, Daniel Schapira cumplía diez días secuestrado porque un grupo de tareas interceptó el colectivo en el que viajaba un 7 de abril. Lo chuparon en pleno San Juan y Boedo.

El Teniente de Fragata Ricardo Miguel Cavallo fue señalado como su represor. En los pedidos de extradición hacia el militar, el Juez Baltasar Garzón explica: “Daniel Schapira fue conducido a la ESMA donde se lo sometió a condiciones inhumanas de vida. Se lo torturó con golpes y descargas de corriente eléctrica para obligarlo a proporcionar información“. No fue el único. Un día cualquiera, Antonio Pernías, Capitán de Fragata, recibió unos dardos importados con dosis de veneno. Según Miguel Bonasso, “Trueno” -como se hacía llamar-despertó al profesor de tenis, se lo llevó a un “patio” y le ordenó ponerse contra la pared. Mirada hacia los ladrillos. Cargó el arma, apuntó y disparó. Daniel durmió más de un día por los efectos del veneno.

Entre drives y en medio de un tenis que a principios de los 70 no era “popular”, Daniel Schapira mantenía la cabeza abierta. Pensaba en el otro. Según cuenta Oscar, el periodista que sacó a la luz esta historia en 2001, Dani era más que un simple lanzapelotitas: “Hablaba de filosofía, política. Era un hombre muy comprometido con todo. Tanto con el deporte como en su vida”. En el portal A Pleno Tenis, el periodista explica: “Su nivel intelectual lo llevó a ser convocado como ayudante en la cátedra de Derecho Constitucional, a cargo de Rodolfo Ortega Peña (asesinado por las “Tres A” en 1974) y Eduardo Luis Duhalde. (ferreo defensor de los DDHH). Luego estuvo en Córdoba, donde se desempeñó como un importante cuadro de la Juventud Universitaria Peronista. Allí, en 1976 en plena Dictadura Militar, fue perseguido y recibió tres balazos de parte de las fuerzas del terrorismo de Estado“.

En 2005, la historia tomó mayor repercusión. El diputado Ariel Basteiro tomó la iniciativa y envió al congreso un proyecto de Ley para instaurar al 18 de octubre, la fecha en que nació Schapira, como el Día del Profesor de Tenis. Una de las pocas voces opositoras fue Guillermo Salatino.

En una carta al correo de lectores de La Nación, el periodista escribió: “Daniel perteneció a una familia de tenistas, jugó en Macabi y en GEBA y dejó de competir muy joven para dedicarse a la enseñanza. Que lamentablemente tampoco pudo ejercer muchos años ya que Daniel fue unos de los 30.000 desaparecidos en los años de la <<guerra sucia>>”. Y Agregó: “No es un diputado quien debe decidir cuándo tiene que ser declarado ese día, sino la AAT, que apoyó sin que su presidente Enrique Morea estuviera enterado, o bien los mismos «profes»”. Se equivocó. Tal cual escribió Oscar Pinco en su derecho a réplica en el mismo, Enrique Morea, Arturo Grimaldi, el Comité Olímpico Argentino y el Proffesional Tennis Registry Argentina (El mayor nucleamiento de Profesores de tenis a nivel mundial) acompañaron la decisión.

Jugó en Maccabbi, GEBA y San Lorenzo. Dio clases en los tres, nació el 18 de octubre de 1950. Por él, en esa fecha se conmemora el Día del profesor de tenis.

Daniel Schapira era estudiante de derecho en la UBA, tenista y profesor de tenis. Fue miembro de la cátedra de Eduardo Luis Duhalde. Militaba en la Juventud Universitaria Peronista. Su esposa, Andrea Yankilevich, estaba embarazada de un mes cuando Daniel desapareció. A los 8 meses, nació su hijo, también llamado Daniel, que hoy es atleta (Foto de tapa). Daniel fue secuestrado en la esquina de San Juan y Boedo, Capital Federal, por un grupo de tareas . Fue visto en la ESMA y el C.C.D. Coordinación Federal/Superintendecia de Seguridad Federal. Fue gravemente torturado. Permanece desaparecido.

Palabras claves: Daniel Schapira, Dictadura Cívico-Militar, Tenis

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