El neo-conservadurismo: ¿parte noble de la derecha?

El neo-conservadurismo: ¿parte noble de la derecha?
2 septiembre, 2016 por Redacción La tinta

Los días 25, 26, 27 de agosto se llevaron a cabo en Córdoba las novenas “Jornadas de Economía Crítica” en la Facultad de Ciencias Económicas. Entrevista a Ariel Slipak, docente de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad de Moreno, entre otras.

Mientras la tarde se va muriendo, el sol acostado en el poniente pincela de un color indecible el horizonte, el verde esta gordo de monte y el gavilán en círculo vuela anidando su sueño, en lo que pronto será noche, últimos cantos disparan, la calandria, el ketuvi, la reina mora, los nidos esperan en la paciencias de sus pichones, los que mañana aventarán el vuelo por sí mismos.

La pedagogía negadora de las otras existencias nos enseñó a odiar y a desvincularnos con ese medio que los indios llaman Pachamama. Frente a toda negación cultural y económica, Occidente quiere y ha querido ser el faro, el camino por donde se debería caminar pero los pichones en el vuelo de sus mayores saben por la historia de su vuelo, que Occidente no enseñará.

La derecha es la anulación del canto de los pájaros y su vuelo. No tiene un mirar conciliador de la existencia propia con la naturaleza, todo lo contrario. La contrariedad más nefasta.

Los pájaros, sus nidos, sus cantos, si no crean un valor-excedente dentro de lo que se concibe como capital monetario, para la derecha no tiene valor. El paisaje se transforma en capital.

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Las economías

Ariel Slipak es parte de un colectivo de docentes, investigadores, estudiantes, integrantes de movimientos sociales y académicos que con un espíritu crítico intenta construir otra forma, vale la redundancia, de construir el conocimiento. «La ciencia puede estar al servicio de la reproducción de un proyecto hegemónico o el conocimiento puede estar al servicio de los proyectos contra-hegemónicos, para superar el orden que vivimos de explotación de seres humanos por seres humanos», introduce Ariel.

Pensando la economía política, ¿cuál es tu apreciación en relación a la transferencia, al crecimiento y decrecimiento del gobierno anterior? Y cuál es la proyección de este gobierno hacia adelante?

– Voy a hablar a título personal no a nombre de la sociedad de economía critica. Nuestra sociedad es muy pluralista en enfoques y no necesariamente coincidimos todos sino que construimos un proyecto con otra manera de estudiar la economía y la ciencias sociales, a partir de nuestras diferencias.

Este gobierno es una muestra de lo que está pasando en la región: una restauración neoconservadora. La palabra técnica es “gobierno de la ceocracia”, Argentina atendida por los propios dueños. Es decir tener de Ministro de Energía a alguien que está vinculado a una de las principales empresa hidrocarburífera del mundo como es Shell.

Esta gestión viene a efectuar una de las mayores y más brutales transferencias de ingresos de los sectores populares a los sectores de capital más concentrado de la Argentina. Hay una discusión al interior de esta jornada, sobre si son improvisados, si saben lo que están haciendo o no. Para mí son cínicos y saben lo que están haciendo. Cuando van probando con los tarifazos de los servicios, el transporte público y demás, van probando si la clase trabajadora y los movimientos populares estamos organizados o no, como para reaccionar. Entonces estas marchas y contramarchas no son producto de la improvisación del gobierno, sino del cinismo.

10351971_942397599122395_4884597873736100792_nUna de las primeras medidas ha sido eximir a la mineras y al agro de las retenciones (la reducción en caso de la soja) y esa parte del presupuesto se compensa con tarifazos, con impuestazos y demás.

Y de igual importancia, una política de cinismo con respecto a las políticas de derechos humanos, al punto de invitar al presidente Barack Obama con lo emblemático que tiene el 24 de marzo, o por ejemplo para conmemorar los 200 años de 1816 y pedirle perdón al rey de España; o la política de liberar a los represores y de ser cínico en materia de derechos humanos.

En relación al gobierno anterior, creo que ha habido conquistas populares, que han sido conquistas de las clases trabajadoras. El hecho que se haya fortalecido la negociación colectiva en los años 2004, 2005 y 2006 no ha sido producto de un líder divino que regala derechos sino, como decía José Martí los derechos se conquistan con sangre, no se consiguen con lágrimas.

El gobierno anterior tenía un discurso de crecimiento económico vinculado al consumo popular, pero no ha transformado la estructura productiva de la Argentina. Una estructura que en los últimos años ha dado marcha atrás al proceso de ascenso industrial y ha evidenciado una “reprimerización” de su economía.

La expansión del agronegocio sojero, del negocio minero y de la actividad hidrocarburífera -especialmente los tratos con Chevron- nos muestra cuál fue el perfil del gobierno anterior.

No tenemos que olvidarnos que el Gobierno se fue casi con un 35 por ciento de la población empleada en condiciones precarias, sobre un imaginario de desarrollo sostenido en que las clases populares podíamos vivir bien a partir del consumo popular.

A pesar de ese imaginario, existía ya una alta desigualdad en el ingreso. Sobre esa precariedad laboral el gobierno entrante pudo efectuar la cantidad de despidos brutales en el sector público, lo que envalentonó también al sector privado, porque existe ahora un ejército de reserva mayor, un creciente número de desocupados.

¿Podríamos decir que son las mismas lógicas económicas, aunque la enunciación lingüística varíe, del gobierno anterior con este gobierno?

No me arriesgaría a decir que es la misma lógica económica. Yo creo que son modelos económicos diferentes, con una lógica represiva en común, que se ve aumentada con el Macrismo. Pelear contra la tercerización, estar al lado de los movimientos ambientales, eso ha sido permanentemente ridiculizado por el gobierno anterior y perseguido además.

Creo que ahora los movimientos populares tenemos que saber que estamos enfrentando a lo peor del neoconservadurismo y que se vienen acciones expansivas o el despliegue de mega acuerdos, como el intento de Macri de incorporarse a la Alianza del Pacifico, como un paso previo de ingresar en el trato transpacífico.

Una de las expositoras, Luciana Ghitto, expresó al respecto: «Ingresar en este tratado seria violatorio de los derechos soberanos de un país y cambiaría nuestra vida cotidiana. Entre otras cosas, podría prolongar el patentamiento de medicamentos a 28 años -lo que implica un encarecimiento de nuestra reproducción material para abastecernos de insumos para nuestra salud- o podría modificar las leyes para patentes de semillas».

Entonces estamos enfrentándonos a eso y tenemos que tener en claro que hay que mantener nuestras banderas en alto. Tenemos que saber discutir con los compañeros y compañeras que apoyaron al gobierno anterior no por arriba, no con sus dirigentes, sí con las bases. El kirchnerismo no transformó la estructura económica, las conquistas fueron conquistas populares que en gran medida el gobierno anterior concedió; tenía una retórica basada en el consumo interno, un consumo popular, que no representa el mismo modelo del Macrismo.

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En relación a la medida del macrismo de haber sacado las retenciones tanto a la minería como a otras ¿de dónde crees que va a sacar el excedente este gobierno? ¿Más inflación?

De que vivamos cada vez peor. El tarifazo es eso, quitar los subsidios de los servicios, liberar presupuestos. La mayor rentabilidad de las mineras y agros la vamos a pagar nosotros con nuestra sangre y sudor.

En relación al concepto neoconservadurismo ¿contendría a lo que estamos viviendo en este gobierno, podríamos decir un nuevo neoliberalismo?

Tiene muchas cosas en común con los ’90, pero es otro contexto histórico y esto es otra cosa, por eso digo neoconservadurismo. Desde luego que se parece a lo peor del neoliberalismo pero es otro momento histórico y además esto tiene la particularidad de que es un gobierno de ultra-derecha que accede al poder por la vía democrática.

¿Es necesaria una incitación al consumo, para ello una mayor transferencia en las clases populares, para que la economía tenga su dinámica? ¿Cuál es la propuesta de la economía crítica?

La propuesta de la economía critica alude a otras concepciones que vienen del indigenismo y de otros tipos de cosmovisiones, como la de vivir bien, o del buen vivir; entender a la naturaleza como sujeto de derecho y la no necesidad de incrementar el consumo. Aunque es cierto que hay una tensión en la generación de empleos.

Estamos en un mundo que está enfrentándose a sus límites ecológicos. Pero es cierto también que el desarrollo de las fuerzas productivas, aún manejado por las clase trabajadoras, también puede tener su impacto en las condiciones de vida materiales de los sectores populares.

Como economista heterodoxo, ¿cuál sería tu mensaje, para pensar la economía o las economías?

Nos tenemos que organizar desde abajo, tenemos que trabajar más en la coparticipación de conocimiento. Que el conocimiento no se produzca en tanques de pensamiento o en universidades cerradas, que la educación en general sea popular.

(*) Entrevista de Pablo Gramajo para La Tinta.

Palabras claves: extractivismo, kirchnerismo, Mauricio Macri

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