Catamarca: al Estado policial, resistencia cultural
Se llevó a cabo la segunda edición del Festival Antirepresivo Soy Humanx. Para sacudir a la sociedad catamarqueña, conservadora y aletargada, dando un paso adelante en la discusión de las políticas de seguridad.
Catamarca es para el imaginario nacional un desierto, tierra de nadie. O para quienes están un poco más informados, un pasivo feudo anacrónico. Poco más se puede decir, si no se escarba y se husmea con lupa, leyendo entre líneas en las crónicas judiciales del pueblo.
Ahí resuena María Soledad Morales como hecho exponencial de impunidad y encubrimiento con implicaciones políticas. Pero no es éste el único caso donde los aceitados mecanismos resguardan a criminales de métodos perversos y brutales y a fiscales corruptos y 
jueces parciales sin ninguna vergüenza sobre el uso de la ley. Es en este territorio donde los magistrados acusan con liviandad, puntos ciegos destinados a la tortura en cada una de las comisarías; donde la cúpula policial es acusada de relacionarse con la trata de personas y donde el gobierno palmotea y premia a policías asesinos, torturadores y violadores, que llegaron a exigir aumentos de sueldo a los tiros.
En algún sentido es Catamarca una provincia especial, no por filtrarse del violento contexto nacional, latinoamericano o mundial -aunque en los últimos tiempos la tasa de femicidios se impone a nivel global- sino, justamente por esta trama oculta de pueblo chico, infierno enorme; de restringido acceso a la justicia, signada por el silencio, apartada del espectáculo noticioso, marginada por las cortes del derecho humano.
En un escenario de hechos que parecen arrancados de la ficción -como el incendio en la alcaldía que terminó con la vida de cuatro adolescentes, o el fiscal de turno declarando muerta por deshidratación a una mujer claramente estrangulada-, la escalada de violencia no encuentra respuestas claras de los representantes. Ante esto, la alternativa tiene que venir del pueblo organizado.
Las acotadas y desdibujadas experiencias de lucha en Catamarca nos permiten inventar nuestros propios métodos de resistencia. Y frente a un poder que encuentra en la legislatura una práctica herramienta de coerción (llámese ley antiterrorista, proyecto x, o protocolo anti piquete) para anular los levantamientos del pueblo contra la violencia y los consiguientes mecanismos de impunidad; este colectivo de comunicadores y artistas, junto a víctimas y familiares de víctimas de tortura, violación y asesinato por parte de las fuerzas policiales de la provincia, hacemos una denuncia pública en un espacio de encuentro y lucha, que dimos a llamar Soy Humanx.
Espacio de encuentro y lucha
Este Festival Antirepresivo, que ya va por su segunda edición, se llevó a cabo el jueves 15 de septiembre en la histórica Plaza de Choya, mientras lloramos a las hermanas y hermanos caídos en manos de la policía, festejamos la resistencia, la alegría de no olvidarlos, de no haber bajado los brazos.
Arrancó a las cuatro de la tarde con radio abierta a cargo de la FM Estación Sur, una radio comunitaria y alternativa nacida a partir del silencio y la distorsión cómplice de los medios hegemónicos. Entre otros, tomaron el aire de la radio los padres de Dieguito Pachao, quienes hicieron un recorrido detallado de la cadena de encubrimiento e impunidad, que tras cuatro años y medio del asesinato del joven, mantiene a ocho policías asesinos en libertad, y que va desde los mandos de la fuerza pasando por los fiscales Sago y Mauvesin, llegando a la mismísima gobernadora Lucia Benigna Corpacci Saadi.
También nos acompañó la agrupación Ninakerus, la cual hace del muralismo una expresión de lucha y resistencia destacable, la favorita de los más pequeños, que apenas vieron los colores propuestos por la compañera Claudia Tula, corrieron a pedir pinceles y un espacio en la obra de arte, de la cual también participó Carlitos Molas, hermano de Nelson, uno de los cuatro adolescentes incinerados en la Alcaldía de menores por policías que también, aún, permanecen impunes.
Estuvo presente la ex Comisaria Ana Contreras, quien junto al Fiscal Federal de Tucumán Gustavo Gómez, lleva adelante una denuncia contra la cúpula de la policía de la provincia de Catamarca por encubrimiento en casos de trata de persona. Contreras no quiso hacer uso de la palabra, aunque dejó expreso apoyo a la lucha por el esclarecimiento de todos los casos ahí denunciados.
El Rap es otra de las expresiones infaltables, también contestataria y revolucionaria. Mochila Sucia, Latencia Zero y, Kactus, rimaron luchas y testimonios sobre una policía bruta y discriminatoria, que no perdona ni repara en violentar a los artistas callejeros y a los chicos y chicas en los barrios.
También la compañía de baile Voltage Music aportó el movimiento a un escenario de lujo a cielo abierto, y preparando el camino hacia el final, ya adentrada la noche de una jornada de lucha donde interpusimos el arte y la cultura a la propuesta violenta de los poderosos, qué mejor forma de terminar que mostrándole los dientes al estado policial con Muestra los Dientes, Sonora Caliente, que con la alegría de su salsa le anticipó a los represores que no nos ganará nunca el miedo y que no perderemos la alegría de luchar para vivir.
En Catamarca las comisarías funcionan como escuelas de tortura y las investigaciones sobre narcotráfico recaen sobre familias con ingresos inferiores a la canasta básica, situaciones que superan ampliamente los límites de lo tolerable. Por eso, son años de silencio que termina con el Festival Antirepresivo Soy Humanx.
En este espacio de lucha y resistencia en el que mutamos la sociedad conservadora y aletargada, dando un paso adelante en la discusión de las políticas de seguridad, cuestionamos el uso de la fuerza, las causas y los efectos de la violencia, responsabilizamos y denunciamos al gobierno y a las clases poderosas como únicos beneficiarios de ello.
Ni mi cara, ni mi ropa, ni mi barrio son delito.
*Por Radio Estación Sur y Soy Humanx, desde Catamarca.
