Gilda, la Antiprincesa que baila junto al pueblo

Gilda, la Antiprincesa que baila junto al pueblo
10 agosto, 2016 por Gilda

¿Nene o nena? es la primera pregunta que me hicieron en cinco jugueterías diferentes mientras buscaba un regalo para mi sobrina. Si busco una pelota, ¿es nena o nene? ¿Qué respondo para que me ofrezcan un trencito de madera, una pandereta o un patito de hule para el agua? Si la pandereta es azul, ¿suena en función del sexo? ¿O es a los adultos a los que eso les genera ruido? ¿Qué tan profundos pueden resultar los caminos que trazamos a fuerza de condicionamientos al momento de preguntarnos, explorarnos y definirnos en las infinitas posibilidades de ser y hacer?

La Editorial Chirimbote nació junto con la Colección Antiprincesas, una propuesta alternativa que surge con el espíritu de crear condiciones que contribuyan a infancias más libres. Antiprincesas es un producto cultural que promueve nuevos enfoques sobre la vida y el mundo abriendo el juego a la diversidad. Lo hace a través de biografías de mujeres reales para chicas y chicos, verdaderas antiprincesas latinoamericanas que han trascendido como mujeres más allá de las imposiciones de su tiempo, abriéndose paso entre una espesura de convenciones sociales y situaciones adversas.

En sus cuatro primeras ediciones Frida Kahlo, Violeta Parra, Juana Azurduy y Clarice Lispector son narradas a la luz de sus trayectos personales, de las aventuras y desventuras que constituyeron su lucha y su arte. Con una vuelta de tuerca, Chirimbote recrea la vida de estas mujeres en clave actual y con un lenguaje infantil, intentando responder ciertas inquietudes propias de las nuevas generaciones.

nadia finkNadia Fink, escritora, periodista e integrante del colectivo que gestó Editorial Chirimbote, charló con La Tinta sobre la característica que reúne a estas antiprincesas: “La historia de las mujeres está bastante más silenciada que la de los hombres en la historia Argentina y mundial. Nos interesaba oponer esto a lo que se dijo en los cuentos clásicos de hadas, donde hay princesas, brujas, y príncipes y reyes que toman resoluciones por ellas. También oponiéndolo un poco a lo europeo le ponemos la mirada Latinoamericana.”

Antiprincesas no pretende una desaparición de las princesas, sino contribuir a que exista toda una diversidad de relatos: es una apuesta a la visibilización de otras historias, otrxs protagonistas, otros horizontes de posibilidad que estimulen la imaginación y el juego -materia prima de la exploración y el aprendizaje de chicos y chicas- no sexista. En los jardines de infantes mixtos no es extraño que un niño acune una muñeca o que una niña haga rodar autos por el piso, es natural porque todo es -o debería ser- susceptible de ser abordado con libertad.

“Creo que en general en la infancia los chicos y las chicas tienen esta posibilidad completamente abierta del juego, de lo lúdico mucho mas incorporado en lo cotidiano y no sexista. Creo que lo sexista se va determinando a partir de la educación, a partir de la mirada de adultos y adultas, pero no es algo que se traiga de la infancia”, reflexiona la escritora.

Bajo el mismo ideario, el colectivo autogestivo Chirimbote creó Antihéroes: “primero llegaron las mujeres y después, de la mano y por ese camino que ellas abrieron, empezaron a llegar los hombres. Nuestra idea es mostrar tanto a hombres como mujeres porque pensamos sobre todo en los estereotipos: así como las princesas son el estereotipo de la infancia de las niñas, el los superhéroes es un estereotipo masculino.”

Julio Cortázar y Eduardo Galeano son los primeros hombres de la colección, y se oponen a los superhéroes al trascender su carácter solitario, omnipotente e imperturbable. Las trayectorias de los antihéroes se relacionan a una lucha más conjunta, al trabajo colectivo y al coraje de enfrentar sus propios miedos -sí, los antihéroes tienen miedos- para superar las imposiciones y recrearse en libertad.

Mientras Fink entreteje las historias, Pitu Saá da vida y color a los personajes de la colección. Los vestuarios, paisajes y símbolos culturales que dibuja profundizan el mundo cotidiano en que se mueven los personajes. En conversación con Clase Turista de Radio Estación Sur, Nadia Fink abordó la importancia de la imagen en la literatura infantil para acercar a niños y niñas a la lectura incluso antes de que hayan aprendido a leer. En esta línea, sostuvo: “estamos hablándole a un público criado en la imagen, en la tecnología, en un montón de factores que hay que tener en cuenta para generar cosas atractivas con la debida profundidad”.

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¿Actriz de Hollywood, dentista o cenicienta?
Los estereotipos van siendo asimilados desde -no tan sutiles- detalles como la monocromía que polariza los géneros y los juegos y juguetes aceptados como posibles y deseables para hombres o mujeres. Con el paso de los años, estas prácticas y nociones incorporadas desde la infancia van endureciéndose en roles y mandatos estético-emocionales, cuyo cuestionamiento genera asombro, sospecha, reprobación o discriminación. ¿Es tan impensable un Mambrú que disfrute bordar y coser, o una señorita de San Nicolás que elija abrir la puerta para ir a luchar?

¿Qué esperabas que sea si crecí en los 90? ¿Actriz de Hollywood, dentista o cenicienta? rapea Sara Hebe en su Juego de la Luna, y pone sobre la mesa toda una matriz de pensamiento retroalimentada desde el mercado. En este sentido, Antiprincesas y Antihéroes también surgen para contrarestar la oferta masiva que reproduce estos estereotipos en forma de bienes de consumo estandarizados. “Es evidente que hay una necesidad de cubrir otra cosa que no está cubriéndose desde el mercado y también es evidente que la infancia suele estar más relegada a las grandes industrias (…) Es un material para empezar a pensar en otras infancias que ya están pero, bueno, a veces, como las leyes, las cosas llegan un poquito mas tarde que lo que esta pasando realmente en la sociedad”, sostuvo Fink en el programa radial mencionado.

Las colecciones de Chirimbote también desentierran ciertos temas “tabú” de la literatura infantil tradicional e intentan “repensar cómo ellos y ellas abordan estos temas, desde lugares más sencillos, menos estructurados y menos atravesados por toda la cultura dominante”, cuenta Nadia, y agrega: “los temas tabú en la literatura infantil han sido desde la muerte -no como algo común y cotidiano, sino hablando desde los cuentos clásicos donde mueren todos a cada rato- así como por ejemplo hablar de infancias trans o de familias homoparentales, que no dejan de ser familias, y a veces anulan las posibilidades de generar otras formas de vincularse. Creo que los chicos y las chicas tienen mucho más claro este tema y desde ahí partimos”.

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La antiprincesa que baila junto al pueblo
El 31 de julio con la edición dominical del diario Tiempo Argentino, fue lanzada la quinta Antiprincesa y la primera argentina de la colección: Gilda.
Mujer, madre, maestra jardinera, cantante de música tropical, santa popular, son solo algunas de las facetas de la llamada “princesa” de la cumbia, apodo que ella redefinió: “si realmente fuera una princesa hubiera dejado la vestimenta en la puerta de una taberna donde está toda la gente del pueblo, y me pongo a bailar y a cantar con ellos”.

Muy poco se conoce acerca de la vida de Gilda, sobre su modo de mirar el mundo y sus opiniones acerca de la maternidad, la sexualidad y lo espiritual, entre otras cuestiones que resultaban polémicas para la época expresadas en boca de una mujer. Por si fuera poco, una mujer cantante de cumbia -expresión de nuestra cultura popular ninguneada sistemáticamente- que se alejaba estética y artísticamente de lo que usualmente se ofrecía en este campo.

“Gilda nos resultó un desafío en varios aspectos porque creo que la colección venía dando una idea de corrección política, en el mejor de los sentidos, y que había nombres que eran más esperables que otros. Gilda rompió un poco con esto porque se trata de dos cosas: un poco el tema de la santa popular y por otro lado que es una cantante de cumbia, de música tropical de bailanta” cuenta Nadia.

También reflexiona acerca del tratamiento de temas como la cumbia y lxs santxs populares, que son miradxs desde un lugar lejano en la investigación académica y desde una posición poco genuina y estigmatizante desde la clase media: “nos parecía abordarlo para la infancia y abordarlo desde un lugar que a los mismos adultos y adultas que van a transmitir estos libros les generara una duda, una discusión hacia adentro. Nos parece que es muy interesante porque, sobre todo quienes trabajan en territorio en muchas escuelas, se encuentran permanentemente con esta forma de vida, esta forma de cómo llega la música tropical. La cumbia es una música popular en toda Latinoamérica.”
13956876_10209940899177569_307358065_nHablando de figuras de nuestra tierra que supieron forjar sus propios destinos, el próximo Antihéroe será nada menos que El Che Guevara. Nadia también adelantó la reedición actualizada de un libro sobre infancia y diversidad de géneros: “Se llama #Ni una menos desde los primeros años, educación en género para infancias más libres en el que revisamos juegos, juguetes, literatura y varias formas de abordar las infancias desde una mirada no sexista”. Impulsado conjuntamente por Chirimbote y Las Juanas Editoras, esta compilación de Cecilia Merchán y Nadia Fink estará disponible desde el 18 de agosto.

Las Antiprincesas y los Antihéroes pueden conseguirse en casi todo el país y han llegado a Bolivia, Brasil, Chile y muchos otros países de Latinoamérica, donde la repercusión aumenta cada vez más. Acerca de la respuesta de los lectores y las lectoras, Nadia explica: “Sabíamos que estábamos haciendo algo bueno, un lindo libro hecho con sinceridad y mucho trabajo, pero no esperábamos el recibimiento que tuvimos tanto de padres, madres, docentes, niñas y niños. Sugieren, opinan… está buenísimo porque no es tan común generar algo que tenga esta ida y vuelta tan grande con el público”.

Editorial Chirimbote fue construyendo una red con editoriales independientes de muchos países y a través del trabajo con docentes, instituciones educativas, organizaciones sociales y medios comunitarios de varios rincones americanos. Esperamos muchos antihéroes y muchas antiprincesas por redescubrir de la mano de este colectivo que realiza un gran aporte para pensar y experimentar infancias cada vez más libres. “De eso se trata: si no nos divertimos, si no trascendemos nuestros propios límites creo que no estamos siendo honestos con esta colección”, sintetiza Fink.

Palabras claves: Antihéroes, Antiprincesas, Chirimbote, Infantil, Literatura infantil, Nadia Fink

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