«Quieren que los pobres no tengan acceso a la tierra»

«Quieren que los pobres no tengan acceso a la tierra»
16 agosto, 2016 por Ezequiel Luque

Veinte familias ejercen desde 2012 la posesión de lotes en el barrio Comechingones de Cuesta Blanca. A pesar de la represión policial y las amenazas del sector inmobiliario, reivindican su derecho a acceder, habitar y trabajar la tierra y el monte.

Legalmente, la posesión es tener un terreno o vivienda y actuar como dueño, a pesar de no tener la escritura pública inscripta en el Registro de la Propiedad. Para tal fin, el vecino debe realizar «actos posesorios» como cuidar el terreno, habitarlo y pagar servicios e impuestos para poder acceder a este beneficio.

Las veinte familias que actualmente viven en los terrenos ubicados en barrio Los Comechingones se encuentran ejerciendo de hecho su situación de poseedores, pero están en conflicto con otras personas de la zona que afirman ser los propietarios de las tierras en disputa.

El pasado viernes 5 de agosto, un gran número de efectivos de la Policía de Córdoba y personal de Infantería procedió a desalojar violentamente a una joven pareja con su bebé (junto con dos familias más del mencionado barrio), siguiendo las órdenes del fiscal Gustavo Marchetti. Los desalojados, pese a no oponer resistencia, fueron imputados por resistencia a la autoridad.

Para los vecinos, la vehemencia del espectáculo policial fue una clara señal de amedrentamiento para que desistan de sus intenciones de vivir en la zona.

No fue el primer desalojo violento. Originalmente la toma había sido sostenida por sesenta familias pero en abril de 2013, el mismo fiscal Marchetti ordenó un agresivo desalojo que concluyó con personas heridas y una veintena de detenidos. Luego de eso, sólo un tercio de los ocupantes siguió con las posesiones.

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Sin títulos, ¿quién posee?

Ubicado a escasos kilómetros de un centro turístico como Villa Carlos Paz, los terrenos del barrio Comechingones son altamente codiciados por los empresarios inmobiliarios de la región.

Las tierras en disputa pertenecían a dos empresas ya extintas: Crosetto & Compañía y Cuesta Blanca S.A. Los vecinos -acompañados por la agrupación Encuentro de Organizaciones- aseguran que al momento de la toma de posesión las tierras se encontraban vacantes ya que ninguna de las empresas realizó formalmente una traslación de títulos ni convocatoria de acreedores.

El abogado Martin Hissa, uno de los representantes legales de las familias poseedoras, explicó que quienes ahora dicen ser los propietarios son herederos (sucesores) de determinados accionistas de éstas empresas ya inexistentes.

«Se repartieron las tierras de manera irregular por lo que el procedimiento es nulo. Las empresas no fueron liquidadas y lo acordado en una escribanía nunca podría modificar el sujeto titular de un derecho real. Fue sólo un acuerdo entre privados y eso no tiene validez para terceros (…) No existen herencias de una sociedad», explicó el letrado respecto a la situación legal de las tierras.

Hissa indicó que luego que salió a la luz la sucesión irregular, las familias denunciantes dejaron de reconocerse como titulares de los lotes ya que podrían estar admitiendo haber cometido fraude. El caso está siendo investigado por el fiscal Enrique Gavier.

«La posesión es un hecho, no un papel, y los que estamos habitando la tierra somos nosotros»

Descartada la atribución de los títulos, ahora ambas partes se disputan el derecho posesorio de las tierras. Al respecto, los vecinos que actualmente habitan el barrio piden que la Justicia determine finalmente quién tiene mejor predominio: las familias que viven de hecho en sus hogares o los empresarios que acusan haber contratado un ingeniero y una inmobiliaria para medir y evaluar los terrenos.

El año pasado, el fiscal Marchetti emitió un oficio en el que solicita se devuelva la tierra a «sus legítimos poseedores», admitiendo que las personas que reclaman la propiedad de las tierras no poseen el título de las mismas.

Cuesta Blanca tierra para la vida digna

«Los negros no pueden ocupar la tierra»

Yanina tiene cuatro hijos y desde el 2012 ejerce la posesión de un lote en Cuesta Blanca, en el barrio Comechingones.

«Estamos todos juntos, con nuestras durísimas historias de vida y ésta es nuestra última esperanza que nos queda».

El punto de encuentro de muchas de las personas que deciden acceder a la tierra desde la posesión es probablemente la adversidad. Casos de violencia familiar que expulsan a las mujeres de sus casas; precios de alquileres abusivos; imposibilidad de acceso a créditos para construir una casa propia; y otras difíciles historias hacen que la toma de posesión sea la única alternativa para acceder a la tierra y a un hogar propio.

«Estamos todos tratando de estar juntos. El mensaje es que el Estado no quiere que la gente acceda a la tierra de esta manera. El mensaje es que los negros no pueden ocupar la tierra, que los pobres no tienen acceso a la tierra ni lo van a tener nunca. MCuesta Blanca 2enos si están autogestionados y organizados. Haber metido a una mamá con su bebé dentro de un patrullero es un mensaje claro hacia nosotros», expresó Yanina a La Tinta respecto al descomunal operativo policial de la semana pasada.

La resistencia al hostigamiento policial, a las amenazas de los empresarios inmobiliarios y a las críticas de los medios de comunicación, logró que se fortalezca el sentimiento de comunidad entre los vecinos.

Cada familia tiene un lote para vivienda única pero también coexisten lugares de uso común para toda la comunidad. Además decidieron afrontar un proyecto de autosustentabilidad y aprovechamiento del monte nativo.

«El monte se está recuperando y somos cuidadosos de eso también. En este poquito tiempo estrechamos vínculo con lugareños y queremos aprender de ellos, de lo que saben sobre los animales y los yuyos», sugirió Yanina.

«Somos muchos y cada vez vamos a ser más. No es fácil, pero se puede recuperar la tierra. Todos tenemos derecho a vivir dignamente».

«Vemos que peleamos contra un monstruo que tiene diez mil manos; que no va a terminar nunca esto, que no nos van a dejar en paz nunca. Pero nosotros tampoco nos vamos a ir, no tenemos dónde, creemos en este lugar. Estamos en el camino de la verdad. Somos los verdaderos poseedores de la tierra y estamos acá para habitar y cuidar el monte. Tenemos millones de sueños y proyectos puestos en esta tierra», concluyó.

Palabras claves: Cuesta Blanca, justicia, Posesión, tierra y vivienda

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